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Reportajes

Las tensiones entre China y EEUU se recrudecen a pesar de la llegada de Biden

La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca con la consiguiente salida de Donald Trump, parecía aliviar las tensiones y alimentó las esperanzas de que la guerra comercial se suavizase y pudiese terminar de forma amistosa a medio plazo.

Sin embargo, las primeras decisiones de Biden y de la Cámara de Representantes, no parecen apuntar en esa dirección y todo apunta a que esta historia todavía dista mucho de acabar.

Las últimas horas han disparado las dudas y han elevado las tensiones, tras la decisión de la administración Trump de imponer nuevas reglas para restringir los viajes a EEUU de miembros del Partido Comunista Chino y sus familias inmediatas.

La nueva medida, que entró en vigor de inmediato, limita la validez máxima de las visas de viaje para los miembros del partido y sus familias a un mes y una sola entrada

También ha contribuido la decisión que tomó la Cámara de Representantes para expulsar a las cotizadas chinas que no comulguen con los auditores. De esta forma, las empresas chinas y sus auditores tendrán tres años para cumplir con las inspecciones antes de que entre en vigor la potencial prohibición comercial y su consecuente expulsión de los mercados bursátiles de EEUU.

Además, Joe Biden, lejos de calmar las aguas y bajar el tono, ha apuntado que la retirada de los aranceles al país asiático no será inmediata y que el objetivo de su Gobierno será poner coto a "las prácticas abusivas" de Pekín, tales como la substracción de propiedad intelectual, el dumping de productos, los subsidios ilegales a las empresas y la obligación de transferencias de tecnología.

Todavía es muy pronto para intuir o analizar como va a influir la llegada de Biden en este conflicto, pero sí que podemos adivinar que esta historia todavía está lejos de su final.

Janet Yellen, la mujer llamada a liderar la recuperación de la pandemia

Janet Yellen es la nominada por Joe Biden para lidiar con la economía estadounidense del virus y el post virus. Un papelón en un momento con más de 13 millones de parados y con los pequeños negocios temblando.

De ser confirmada por el Senado, Yellen se convertirá en la primera mujer en ocupar esta cartera, un hito que ya marcó en la Fed, al ser la primera presidenta del banco central estadounidense. En 231 años, Estados Unidos ha tenido 77 secretarios del Tesoro. Todos hombres. La número 78, Janet Yellen, de 74 años, será la primera mujer.

Yellen reúne muchos de los atributos que busca Biden para su nuevo Gobierno: pragmatismo, experiencia contrastada en la Administración, credenciales académicas de la Ivy League y un pasado en la presidencia Obama-Biden.  

Es también una figura de consenso, respetada por Wall Street, los republicanos y hasta el ala más izquierdista del Partido Demócrata, que no obstante trató de que Elizabeth Warren fuera la candidata elegida.

Warren generaba pesadillas entre las grandes corporaciones y algunos inversores. No es el caso de Yellen, una economista neokeynesiana, doctorada en Yale y antigua profesora en Harvard que fue parte del Consejo de Asesores Económicos de Bill Clinton antes de embarcarse en una larga carrera en los distintos estamentos de la Fed.

En la Fed, se destacó entre otras cosas por prestar más atención de lo habitual al mandato de promover un mercado laboral fuerte, además de al mantenimiento de la inflación, lo que le costó algunas críticas de republicanos que consideraban que se estaba extralimitando.

Keynesiana de formación, Yellen es una economista laboral que afrontará precisamente el reto en un momento de alto desempleo y una economía bajo el impacto de la Covid-19, que en estos últimos días campa a sus anchas por el país, forzando de nuevo a establecer restricciones.

Frente a esta situación, ella no ha escondido su preferencia para que el gobierno continúe con los estímulos en apoyo de los trabajadores, de los hogares y los negocios. Sostiene que la falta de estas ayudas a los estados y los gobiernos locales provocará una recuperación más lenta todavía que la de la gran recesión del 2008.

Las claves de las vacunas de Moderna y Pfizer:

Si el anuncio de Pfizer hace una semana fue una gran noticia, los avances de Moderna comunicados este lunes impulsan todavía más el optimismo entre la comunidad científica.

Moderna, la principal competidora de Pfizer, tan sólo ha tardado una semana en contestar al anuncio de los primeros resultados preliminares de una vacuna frente a la COVID-19 y lo ha hecho ofreciendo unos incluso más prometedores.

Ha comunicado los esperanzadores resultados de su proyecto de vacuna con una eficacia del 94,5% y la promesa de que habrá cerca de 20 millones de dosis listas para Estados Unidos antes de que termine el 2020. El año que viene podría producir entre 500 y 1000 millones de dosis más.

Pero… ¿en qué se parecen y se diferencian?, ¿cuál de las dos suena mejor? 

En qué se parecen la vacuna de Pfizer y la de Moderna

  • Las dos compañías tienen su sede en Estados Unidos.

 

La multinacional Pfizer se ha aliado con la biotecnológica alemana BioNTech, que aporta la investigación y desarrollo científico. Moderna cuenta con el apoyo de los principales organismos de investigación médica del Gobierno federal.

 

  • Ambas vacunas se basan en la tecnología del ARN mensajero

 

Una técnica relativamente novedosa que consiste en inyectar un ARN sintético en la célula para que ella misma fabrique los antígenos que pongan en marcha las defensas naturales del cuerpo. Hasta la fecha, ninguna vacuna de este tipo ha salido al mercado. Si se confirma el éxito de Moderna y Pfizer, esta tecnología puede convertirse en toda una revolución médica más allá de las vacunas.

En qué se diferencian la vacuna de Pfizer y la de Moderna

  • La vacuna de Moderna supera a la de Pfizer en eficacia

 

Si Pfizer anunció una eficacia del 90 %, Moderna se sitúa en ese nivel equiparable, con un 94,5 %. En ambos casos, se trata de información difundida en una nota de prensa por las compañías. Las dos han solicitado un equipo de evaluación externo, pero no han sometido aún los datos a revisión por parte de la comunidad científica. En los dos casos, al anuncio en los medios le ha seguido un chute de la cotización de estas compañías en los mercados.

 

La FDA autorizará el uso de la vacuna siempre que sea segura y que su eficacia se sitúe en el 50%. En el caso europeo, el nivel de eficacia para la autorización se evaluará caso por caso.

 

  • Moderna aporta más información que Pfizer

 

Pfizer realizó su anuncio a partir de 94 casos de contagio entre las personas reclutadas para la fase III de su ensayo. No desglosó cuántos de ellos habían recibido la vacuna y cuántos el placebo, ni cuántos han desarrollado una enfermedad grave, ni dio información sobre las edades y características étnicas de los 94 casos.

 

Moderna ofrece muchos más datos en su nota. De sus 95 casos, cinco recibieron la vacuna, el resto el placebo. Los 11 casos graves de covid se dieron en los pacientes con placebo, ninguno en los vacunados. También se especifica que 15 de los pacientes sometidos a prueba tienen más de 65 años y se da cuenta de la composición racial diversa de los 95 voluntarios.

 

  • Moderna gana en conservación a Pfizer

 

Las dos vacunas se tienen que administrar en dos dosis. En la de Pfizer la segunda dosis se pone a las tres semanas de la primera y en el caso de Moderna a las cuatro semanas. Pfizer tiene que resolver el desafío logístico que plantea su almacenaje y distribución porque su vacuna requiere una conservación a menos 80 grados bajo cero.

 

Moderna asegura que su vacuna se puede conservar durante seis meses a menos 20 grados y hasta 30 días a menos 4 grados bajo cero.

 

  • Pfizer será capaz de producir más dosis

 

Pfizer anuncia la producción de 50 millones de dosis antes de fin de año, lo que serviría para vacunar a 25 millones de personas. A lo largo del año que viene, anuncia la fabricación de 1.300 millones de dosis.

 

En su nota de prensa, Moderna también asegura que podrá suministrar 20 millones de dosis a Estados Unidos antes del final de 2020 y anuncia una producción global de entre 500 y 1.000 millones de dosis a lo largo de 2021.

 

  • La vacuna de Moderna costará el doble

 

La dosis de ARN mensajero de la vacuna de Moderna es de 100 microgramos por dosis frente a los 30 de la de Pfizer/BioNtEch.

 

Según anunció este verano el primer ejecutivo de Moderna, el precio de su dosis rondará los 39 dólares frente a los 19 dólares que ha pagado a Pfizer el Gobierno de EEUU por los primeros 100 millones de dosis.