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Biden subirá impuestos para apuntalar su plan de recuperación

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presenta hoy en Pittsburgh, donde inició su campaña presidencial en 2019, un multimillonario plan para renovar la infraestructura de Estados Unidos, eligiendo telón de fondo una ciudad estadounidense con una larga historia sindical.

Joe Biden quiere que la ‘semana de la infraestructura’ deje de ser un chiste y va a poner buena parte de su capital político en ello. El presidente de EE. UU. parece mucho más interesado en planes de gasto que impacten de forma beneficiosa al estadounidense medio.

Biden tiene previsto presentar hoy su propuesta de infraestructuras, dentro de un plan de gasto faraónico, de alrededor de cuatro billones de dólares. Las infraestructuras son la primera parte del llamado ‘Build Back Better’

Su propuesta supondrá un gasto de más de dos billones de dólares en carreteras y puentes, inversiones en vivienda y energía limpia o financiación de residencias de ancianos. La segunda parte, que se anunciará en las próximas semanas, será un plan ambicioso de gasto social que afectará a cobertura médica, deducciones fiscales por hijos o bajas médicas y de maternidad.

La oposición de los republicanos es un hecho. En primer lugar, porque miran con desconfianza los grandes planes de gasto. Y, sobre todo, porque la idea de Biden y de los demócratas es de financiarlo con una subida masiva de impuestos. La mayor, se calcula, desde 1942, en plena Segunda Guerra Mundial.

Entre sus planes está aumentar el impuesto de sociedades –su antecesor, Donald Trump, lo bajó al 21% en su reforma fiscal de 2017 y ahora busca subirlo a entre el 25% y el 28%–, conseguir que las multinacionales paguen más, subir los impuestos a rentas mayores de 400.000 dólares y castigar a los estadounidenses que consiguen su patrimonio por herencia o inversión.

La oposición de los republicanos será frontal, pero Biden ya ha decidido que obrará sin el apoyo de los republicanos y que seguirá adelante sin su beneplácito.