Powell tranquiliza a los inversores
El ascenso de las rentabilidades en el mercado de deuda ha hecho saltar las alarmas sobre un repunte de la inflación, pero los bancos centrales son conscientes de que el impacto económico de la pandemia ha dejado y seguirá dejando huella en la economía
Por eso, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, aseguró en su testimonio ante el Comité Bancario del Senado que la inflación y el empleo se mantienen todavía muy por debajo de los objetivos del banco central de Estados Unidos, justificando así la necesidad de continuar con una política monetaria ultraacomodaticia, un mensaje que consiguió dar algo de tranquilidad a los inversores.
De hecho, a pesar del fuerte aumento este año en los rendimientos de los bonos que acompaña a una mayor preocupación por la inflación, Powell ha insistido en que las presiones de los precios siguen siendo en su mayor parte "suaves" y las perspectivas económicas "muy inciertas".
Ante esta situación, el banco central estadounidense se compromete a seguir comprando deuda al ritmo actual de 120.000 millones de dólares (80.000 millones en valores del Tesoro y 40.000 millones en deuda respaldada por hipotecas) hasta alcanzar el objetivo de máximo empleo e inflación del 2%.
Powell advirtió que si bien no deben subestimar los desafíos a los que se enfrenta la economía, los últimos acontecimientos apuntan a una mejor perspectiva para finales de año. Para que las previsiones se transformen en hechos, el avance en el proceso de vacunación ocupa un papel preponderante. El presidente de la Fed señaló que la recuperación vendrá de la mano de la evolución de la pandemia y la única barrera que hasta el momento está mostrando eficacia para su contención son las vacunas.
Las últimas previsiones con las que trabaja la Fed apuntan a un crecimiento económico para este año del 4,2%, frente a la caída del 2.4% registrado el pasado. Powell instó a los legisladores a aprobar el plan de estímulo demócrata por importe de 1,9 billones de dólares. De salir adelante, los expertos consultados por Bloomberg creen que el PIB podría aumentar hasta el 6%-7%.