Facebook Audiomercados Twitter Audiomercados Youtube Audiomercados Linkedin Audiomercados
LOGIN

Login

Email
Password *
Recordarme

EE.UU vive un 4 de julio diferente pero nada cambia para Trump

Estados Unidos ha celebrado un fin de semana del 4 de julio diferente bajo la sombra de una de las peores crisis sanitarias de toda su historia, el coronavirus deja ya cerca de 3 millones de contagiados en todo el país, solo este pasado fin de semana registraba más de 50.000 casos nuevos, y los hospitales llegan a su límite de ocupación.

El Día de la Independencia es la fiesta americana por excelencia, caracterizada por las barbacoas, las fiestas multitudinarias y los espectáculos de fuegos artificiales, pero este año el escenario ha cambiado radicalmente, el aumento descontrolado del coronavirus ha dejado a millones de estadounidenses en sus hogares, según las estimaciones tan solo 36.8 millones de personas han viajado este año, 10 millones menos que en 2019.

El fin de semana deja 20.000 casos totales en Florida, 10.000 el sábado y el domingo, ya supera en tasa de mortalidad de Europa en los peores momentos de la crisis. Mas de 15 estados están viendo una tendencia al alza de la curva, entre ellos: California, Texas y Arizona, pero también estados del medio oeste como Iowa, Ohio y Michigan.

En Arizona México ha cerrado su frontera de Sonora para evitar que sigan aumentando los casos en ambos lados de la frontera, que tan solo podrán cruzar personal esencial.

En Texas tan solo el número de pacientes hospitalizados fue de 7.890, el doble que hace dos semanas. Los demócratas tejanos advierten que las UCIS podrán llegar en breve al 100% de su capacidad situación muy similar a la de Arizona donde están al 90%.

Pese al aumento de casos en casi todos los estados, Trump intentó darle la máxima normalidad al fin de semana, viajando al Monte Rushmore el viernes, y el sábado celebró una fiesta en la Casa Blanca, en ninguno de los eventos se obligó a llevar mascarillas ni respetar el distanciamiento social lo que de nuevo puede provocar una lluvia de críticas al presidente que sigue enviando el mensaje de que llevar mascarilla debe ser una opción personal.