Luis de Guindos devuelve protagonismo a España antes de la previsible llegada de Weidmann
Tras duras negociaciones diplomáticas y candidatura fallida para presidir el Eurogrupo España consigue por fin un puesto muy deseado y de vital importancia en el BCE. Luis de Guindos, el ministro de economía en los peores años de la crisis ocupará a partir del próximo mes el sillón del que dependen el control de los riesgos financieros, las decisiones sobre política monetaria y de compra de deuda del organismo clave en la unión monetaria.
Seis largos años después de la salida de José Manuel González Páramo del consejo del BCE, España recupera un puesto muy deseado y que devuelve a nuestro país parte del vital protagonismo en las instituciones europeas perdido en los peores años de la crisis. En 2012 ningún español sustituyó a Páramo en buena parte por la difícil situación de la economía española, en pleno debate sobre la necesidad de un rescate imposible por su enorme magnitud en cifras, y ante la incapacidad negociadora de nuestra fuerza diplomática, más centrada en contener las advertencias provenientes de Bruselas que en frenar la posterior infrarrepresentación española. Ahora, en parte por el compromiso de Alemania con premiar a España por ser el “ejemplo” de que las reformas funcionan en Europa, nuestro país recupera por fin parte de ese anhelado peso en la zona euro. El sillón de vicepresidente del Banco Central Europeo, en sustitución del portugués Vitor Constacio, permitirá a Luis de Guindos formar parte de las reuniones del Consejo de Gobierno del organismo, que es el que toma las decisiones de política monetaria, no sólo tipos de interés, sino también el programa de compra masiva de deuda que tiene ahora mismo abierta la institución y que tan importante ha sido para España durante la crisis. Aunque el papel más relevante que puede jugar el hasta ahora ministro español de economía será el de contrapeso en el esperado proceso de normalización monetaria que va a iniciar el organismo ante la más que previsible llegada del hombre fuerte de Alemania, Jens Weidmann, a la presidencia el año próximo en sustitución de Mario Draghi. El presidente del Bundesbank es un reconocido defensor del endurecimiento monetario y máximo representante del ala opositora al presidente italiano, entre otras cosas por las compras masivas de deuda puestas en marcha bajo su mandato, por lo que de Guindos podría ser el hombre perfecto para poner un punto de equilibrio a las ideas del alemán si finalmente se concreta su llegada al BCE. Lo que se conoce en la jerga de los bancos centrales como un “dovish” frente a un Hawkish”, una paloma frente a un halcón.
