Cierre de gobierno estadounidense que hace mas mella en las diferencias entre democratas y republicanos
El viernes era la fecha límite para que demócratas y republicanos llegaran a un acuerdo sobre el presupuesto federal y evitar el cierre de gobierno, pero ambos partidos no fueron capaces de llegar a un acuerdo y provocaron que se produjera el primer cierre de gobierno desde el año 2013 cuando bajo la administración Obama el gobierno ceso sus funciones durante 13 días. Es el primer cierre de gobierno que se produce cuando un partido tiene el control de ambas cámaras y el gobierno, en este caso los republicanos.
Semanas antes la situación era optimista respecto a las probabilidades de llegar a esta situación, pero Trump y su imperiosa necesidad de cancelar el DACA, el programa que protege a los jóvenes indocumentados consiguió que ambos partidos volvieran a poner a vista de todas las diferencias que hay entre ambos partidos. Los republicanos querían dejar el DACA fuera de las negociaciones, pero los demócratas insistían en que solo darían su voto si la administración Trump proponía un nuevo programa para la protección de jóvenes indocumentados.
Tras la votación comenzaron los cruces de acusaciones entre los líderes de los partidos, comenzó el líder de minoría demócrata, Chuck Schumer, que dijo proclamo este cierre como el Trump shutdown y los republicanos por parte de líder la mayoría republicana, Mitch McConnell, que acuso a la oposición de usar el DACA para secuestrar el gobierno.
El domingo las negociaciones volvieron a fallar para llegar a un acuerdo y finalizar el cese de gobierno, y evitar que miles de empleos de funcionarios federales quedaran en el limbo en lunes.
Durante buena parte del día, un duro trabajo de senadores del grupo bipartidistas dio razones para un cauteloso optimismo de que se pudiera llegar a un acuerdo pronto. El domingo por la noche, el senador Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana, aplazó la votación sobre el tope de gasto hasta el lunes por la tarde, un signo de que las conversaciones estaban progresando.
En un gesto con los legisladores demócratas, que quieren una solución para los cientos de miles de jóvenes inmigrantes indocumentados que hay en el país, McConnell les prometió que intentaría avanzar con la legislación el próximo mes si aún no se había resuelto la situación.
Pero las profundas divisiones entre ambos partidos fueron evidentes cuando los senadores fueron incapaces de llegar a un acuerdo, y creo una crisis al comienzo de la semana.
Los senadores demócratas no dieron señales inmediatas de que estuvieran de acuerdo con el techo de gasto temporal, dejado la posibilidad abierta para otra votación fallida el lunes que extendería ya el cese de gobierno y que haría más mella en la división entre ambos partidos.
El lunes por la tarde se ponía fin a tres días de cierre de gobierno y Donald Trump firmaba una ley que extendía el techo de gasto hasta el ocho de febrero.
Se ponía así de manera oficial al cierre de gobierno el lunes por la noche después de que los senadores demócratas votaran para financiar el gobierno durante tres semanas a cambio de votar una legislación para los jóvenes inmigrantes indocumentados cuyo destino es una incógnita.
El líder demócrata Chuck Schumer anuncio el lunes que su partido apoyaría la ley, la cual financia el gobierno hasta el 8 de febrero, mientras que extiende durante 6 años el programa de cobertura sanitaria para 9 millones de niños.
La ley se aprobó con 81 votos a favor y 18 en contra, dieciséis demócratas y dos liberales republicanos votaron en contra. Entre ellos había numerosos potenciales candidatos presidenciales en 2020.
La ley fue aprobada por la Casa de Representantes rápidamente con un total de 266 votos a favor y 150 en contra. Un total de 45 demócratas votaron a favor y seis republicanos votaron en contra. A continuación, Donald Trump firmo la ley que ponía a tres días de cierre gobierno.
Trump declaro que: “Los demócratas habían entrado en razón” y que estaba abierto a un trato en inmigración solo si “era bueno para nuestro país”
Pero muchos demócratas estaban dudosos de que al aprobar los presupuestos perdieran ventajas y no consiguieran un trato en inmigración. Incluso si el Senado fuera capaz de llegar a un acuerdo para la inmigración, no hay garantías de que los lideres republicanos fueron capaces de ponerlo en marcha por la profunda división que vive el partido
