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Los salarios de desaceleran en la eurozona desde máximos de 2 años

El crecimiento salarial en la eurozona se ralentizó en el tercer trimestre desde máximos de dos años en el período abril-junio, según los datos difundidos el martes, lo que ofrece poco consuelo al Banco Central Europeo en su búsqueda de un remonte de la inflación.

Los costes laborales por hora subieron un 1,6 por ciento interanual en el trimestre julio-septiembre, frente al 1,8 por ciento del segundo trimestre, que había sido el nivel más alto desde el primer trimestre de 2016.

Los sueldos crecieron también un 1,6 por ciento más interanual en el tercer trimestre desde el 2,1 por ciento del segundo, que había sido el nivel más alto desde el primer trimestre de 2015.

La débil inflación de precios al consumo es un problema particular para el BCE ya que echa por tierra su objetivo de una inflación de casi el 2 por ciento durante cuatro años pese al programa de estímulo sin precedentes y no alcanzará su objetivo antes del fin de la década. La inflación se situó en el 1,5 por ciento en noviembre.

El BCE incrementó sus previsiones de crecimiento para la eurozona y llevó sus pronósticos de inflación para el año próximo al 1,4 por ciento desde el 1,2 por ciento y ahora prevé que ese nivel sea del 1,7 por ciento en 2020.

Sin embargo, pese al incremento de las previsiones de crecimiento e inflación, el BCE mantuvo sus tipos de interés en mínimos y mantuvo su promesa de seguir inyectando dinero en la economía de la eurozona.

El BCE sigue de cerca la evolución de los salarios, con la esperanza de que un robusto crecimiento económico y una rápida creación de empleo finalmente impulse más los beneficios y dé a la inflación su muy necesario empujón.

Aunque el desempleo se ha incrementado en casi siete millones desde su punto más bajo en 2013, el crecimiento salarial se ha visto limitado durante años, una circunstancia que desconcierta a los políticos ya que sugiere que hay más desempleo oculto.

También puede dar una muestra de que la globalización ha reducido el control de los bancos centrales sobre la inflación ya que el suministro, la demanda y los mercados laborales se han internacionalizado.