Jerome Powell, el elegido de Trump que rompe la tradición
La tradición de la Fed dicta que un economista debe de ser quién ocupe la presidencia, pero Donald Trump ha obviado las normas no escritas y ha optado por designar a un hombre de negocios que viene del mundo de la banca de inversión y el capital riesgo.
Jerome Powell, gobernador de la institución desde 2012 y hasta que releve en el cargo a Yanet Yellen a principio de 2018, se convertirá a sus 64 años en el primer ex banquero de inversión en ponerse al mando de la Reserva Federal y también en uno de los más ricos. Su prolífica carrera, primero en Dillon Reed & Co y después en The Carlyle Group le han proporcionado activos valorados entre 21 y 61 millones de euros. Considerado de perfil Dovish por los analistas, nunca ha votado en contra de las decisiones de Yellen aunque se ha mostrado a favor de subir tipos más rápido, por lo que se espera que mantenga el rumbo actual de normalización de la política monetaria. Por eso su nombramiento es del agrado de Wall Street, aunque sus orígenes empresariales generan cierto recelo respecto a la posibilidad de que se muestre algo más laxo en la regulación bancaria. Powell se ha mostrado a favor de la llamada regla Volcker, pero a la vez argumenta que crea cargas demasiado pesadas para los bancos medianos y pequeños, lo que según los analistas invita a pensar que será mucho menos duro con el sector financiero de lo que fue Yanet Yellen.
